Ayer aún en Berlín, fuimos a Sachenhausen, hoy en día un museo/memorial que fue un campo de concentración. Fue bastante fuerte. Sobretodo ahora con la ultraderecha respirándonos la nuca. Interesante de todos modos algunas cosas que te cuentan que yo no sabía. Fuimos en tren y después caminamos unas diez cuadras. Lo anterior al ingreso se llama “Zona de interés” , tal cual como la película. Son casitas pintorescas. Todo el pueblito es muy tranquilo. La guía que nos acompañó, nos contó que la ultraderecha aún sigue negando la existencia de los campos. Hablábamos con mi viejo y un amigo que el negacionismo es universal. Qué peligroso . Qué miedo.
Apenas bajamos y caminamos una cuadra, una señora en bicicleta (por la vereda) le empezó a gritar a mi mamá y a mí hermana porque ella no podía pasar. De una manera extremada e innecesariamente violenta (en alemán). Tenía los cachetes muy colorados y el pelo blanco pegado a la cabeza. Era muy blanca. La dejamos pasar.
Hacía sol. Y mucho mucho calor. De ahí, tomamos el tren y combinamos por un rato largo y llegamos a Postdam. Hay castillos, iglesias. Una zona muy pintoresca. El Palacio Sanssouci (por el que fuimos hasta ahí) tiene un jardín alucinante. Con una fuente en el centro y esculturas en los costados. Ahí nos tiramos a tomar mate y sacarnos las zapatillas para tocar el pasto. En frente hay un molino muy antiguo. No logramos entrar porque era tarde.
Hoy estoy escribiendo esto desde el tren rumbo a Praga. Recién se subió una familia con un bebé. Tienen un libro de sonidos de la granja. Además el bebé llora y grita. Tiene una hermanita más grande, que recién me sonrió.
El paisaje por la ventana es hermoso. Mucho verde, árboles altos, casitas bajas de techos de teja azules y rojos. Un agüita con barcos y lanchas.
Fui al baño. No entendía cómo abrir la puerta. Una vez que lo logré y entré, quise lavarme las manos y apreté el botón de seca manos. Dios. Me sentí un boludo. Ayer fuimos a un baño que se limpiaba solo. Tampoco fue fácil jaja. Con un sensor apoyas la mano y tira la cadena. Y el botón que toqué yo (pensando que era la cadena) hizo girar la tabla y la limpió.
Hace un rato cuando subimos al tren, nos instalamos, acomodamos valijas y ble. Al toque llegó una chica, nos habló en alemán. Entendemos que nos habíamos equivocado de vagón. Volver a movernos jeje.
Pequeñas cotidianeidades de estar en movimiento en países que no había habitado antes.
Ya dije que a Berlín vuelvo. Hasta ahora las personas me parecieron un poco secas y toscas. No diría que les falta amabilidad, simplemente no termino de entenderlos. Según personas con las que hablé que viven acá, latinos y/o españoles, dicen que son desconfiados y rectos. Qué una vez que pasas esa barrera son leales y cuidados. No lo sé. Veremos.
Mi primera impresión de Praga es decir woooooow a todo lo que veo. La estructura de la ciudad es bastante similar a Edimburgo pero parecería ser más luminosa. Hay muchos puentes y también agua. Que se desborda con frecuencia. Varias veces la ciudad quedó bajo el agua. Ahora ya casi no pasa porque han puesto sistemas para evitarlo. Al igual que en Edimburgo hay muchas fábulas e historias de suicidios, asesinatos y torturas. Tienen un vinculo singular con la vida y la muerte. Un guía nos contó hoy que una tradición de acá con respecto a la navidad es decirles a lxs niñxs que en vez de que viene Papá Noel, viene San Nicolas. Llega entre el 5 y 6 de diciembre, si lxs niñxs se portaron bien, tienen regalo, caso contrario, SE LXS LLEVA EN UNA BOLSA. Para suavizar la anécdota, dicen que tienen un año para redimirse. También está el diablo, nos contó que una vez un señor disfrazado de diablo pasó y le preguntó al papá de un niño en la calle si su hijo se había portado bien, que el niño miró al padre como pidiéndole por favor que no dijera nada, pero el padre respondió que se había portado muy mal, y ahí nomás el diablo lo agarró de la cintura y se lo llevó. El niño lloraba y gritaba y el padre se reía. Aparentemente según el guía, es una situación muy común. Que después de una cuadra, en la esquina lo sueltan. Lxs psicologues millonarios por esta zona.
Hay varios museos de Kafka, dicen que nació y vivió acá. Hay varios museos porque vivió en muchas casas de amigxs. Según el guía (historia no chequeada con internet), su padre no quería que escribiera. Solo que fuera abogado de la empresa familiar. Entonces si lo encontraba escribiendo, lo castigaba haciéndolo dormir en el patio en pleno el invierno, por lo que se iba a dormir a casa de amigxs.
Mañana es el último día en Praga. El viernes arrancamos con mi amigo para Viena, nos separamos de mis papás que se van para España y Manu, mi hermana vuelve a Argentina.
Van varios días de viaje ya, y aún faltan unos cuantos más. Siento que voy cayendo recién de esta nueva vida que tendré por un tiempo. Y que casi sin darme cuenta, habrá terminado.